La red hospitalaria de Cundinamarca se encuentra al borde del colapso, una situación crítica que ha sido denunciada por el gobernador Jorge Emilio Rey. El principal motivo de esta crisis es la millonaria deuda acumulada de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) con los hospitales públicos del departamento, la cual asciende a 1.2 billones de pesos. Esta situación ha generado graves afectaciones en la atención de los pacientes, la compra de medicamentos y la continuidad de tratamientos médicos, poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud.
La Suspensión de Pagos de la Nueva EPS, un Golpe Adicional
La crisis financiera se ha intensificado tras la reciente decisión de la Superintendencia Nacional de Salud, que ordenó la suspensión inmediata de los pagos directos de la Nueva EPS a la red hospitalaria. Con más de 615,000 afiliados en Cundinamarca, esta medida ha sido calificada como "inaceptable y devastadora" por el gobernador Rey, quien advierte que la suspensión de pagos agravará la insolvencia de los hospitales. La Nueva EPS, que ya solo pagaba cerca del 30% de lo facturado, dejará de girar estos escasos recursos, lo que podría llevar al cierre de servicios en varias instituciones.
Consecuencias para la Población y Llamado a Medidas Urgentes
Las consecuencias de esta situación son directas y alarmantes para los ciudadanos. Los hospitales, especialmente en zonas rurales y municipios intermedios, no cuentan con los recursos suficientes para pagar salarios, adquirir insumos básicos y garantizar un funcionamiento mínimo. Esto se traduce en:
- Demoras en citas y procedimientos.
- Escasez de medicamentos.
- Reducción de la atención en urgencias.
- Falta de acceso a tratamientos esenciales.
El gobernador Rey ha sido enfático en su llamado al Ministerio de Salud y a las EPS para que actúen de inmediato. Su principal exigencia es la implementación de un plan integral que garantice el desembolso inmediato de los recursos, el pago de las deudas acumuladas y la sanción a las EPS que incumplan. Rey ha advertido que, si no se toman medidas urgentes, la salud en Cundinamarca podría colapsar, condenando a la población a una "atención pauperizada".
A pesar de los esfuerzos de la Gobernación, como la implementación de un plan de sostenibilidad financiera y la coordinación de compras conjuntas, Rey insiste en que estas acciones no serán suficientes sin la cooperación de las EPS. La crisis no se limita solo a la Nueva EPS, ya que otras entidades intervenidas como Famisanar y Sanitas también tienen importantes deudas, lo que evidencia un problema estructural en el sistema de salud del departamento.